Linux-GUAI

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Fecha artículo: 2009-02-27 19:23:47 - url artículo: http://guai.internautas.org/html/164.html

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La nota discordante

El cant de les finestres

La semana pasada cundió el desconcierto en los ámbitos catalanes de la educación y del software libre. Bien: para ser exactos, primero cundió el desconcierto y después la desazón. La razón, el convenio entre la Generalitat de Catalunya y Micro$oft en virtud del cual... en virtud del cual hay una nebulosa poco clara: que si acuerdos de cooperación en materia educativa, que si compra (o alquiler o formato jurídico raro) de ordenadores Tablet PC (sí, sí: a Micro$oft) y todo un entramado fumígeno tras el cual se halla el regalo de 12 millones de euros a Micro$oft en los próximos cuatro años
Lo de los 12 millones es lo de menos. Todo el mundo sabe que en Catalunya vamos sobradísimos de pasta y que no sabemos que hacer con el dinero. Incluso los de ERC deben estar muy contentos con la situación pastífera de las arcas públicas catalanas porque este otoño se juramentaban ya no me acuerdo -o no me quiero acordar- con quién para montar poco menos que una versión 2.0 de la Semana Trágica si no se arreglaba el asunto de la financiación antes de terminadas las fiestas navideñas. Se debió arreglar, digo yo, porque no hubo tal semana trágica ya que

...luego, incontinente, caló el chapeo, requirió la espada, fuese... y no hubo nada.

Y a mayor abundamiento, pues eso, los 12 millones de sobrante que le regalamos a Micro$oft alegremente. Y no es la primera millonada que le obsequiamos a Ballmer, en absoluto, pero la relación de regalos que los catalanes le hemos hecho a este tío, muchas veces a cambio de productos tóxicos, como aquellos 85 millones de pesetas (500.000 euros, para los jóvenes) que le dio Jordi Pujol para que tradujeran al catalán un sistema operativo... al que le faltaban tres meses para entrar en la obsolescencia, la relación de regalos, digo, es tan larga que temo aburrir a mis lectores si la enuncio en toda su extensión.

Por tanto, la tesorería de la Generalitat de Catalunya va bien, como la España de Aznar, así que requiero a los sindicatos con presencia en la mesa de la Función Pública para que exijan inmediatas conversaciones con la Administración catalana a fin de compensarnos a sus funcionarios por la deuda histórica que tienen con nosotros desde la congelación salarial de 1992.

12 millones en un acuerdo en el ámbito de la educación... más la restante millonada de la administración de la Generalitat, del achuntamén de Barcelona -que déjalo correr- y, entre otros lamentablemente muchos sitios, ¡hombre! del ayuntamiento de Lleida, donde su excelentísimo señor alcalde es una barrera alta, férrea e infranqueable para el paso del software libre allá donde pisa, y pisa mucho porque el caballero en cuestión, Àngel Ros, es el presidente de la Comisión de Nuevas Tecnologías de la Federación Española de Municipios y Provincias, aparte de su peso en el PSC, ese partido en el que personalmente todo el mundo está a favor del software libre y contra el canon, pero allá donde votan al respecto nos meten cada enculada que nos dejan tiesos. Quizá no sea casual, volviendo al ínclito Ros, que el proyecto piloto (porque es un proyecto piloto, no te lo pierdas) se vaya a iniciar precisamente en un centro de Lleida. Precisamente destaca hoy «El Periódico», boletín oficioso del PSC, la maravilla erótica del ayuntamiento de Lleida y su plan de ahorro (PDF), que incluye un importante paquete de medidas electrónicas en detrimento de la imprenta y de la fotocopiadora; claro que a los ciudadanos ilerdenses les puede costar la torta un pan como a cargo de tanta digitalización estén los amigos del monopolio de Redmond, y va a ser de temer que lo estén, viendo el percal.

¿Qué va a pasar, mientras tanto con el proyecto Linkat cuyo desarrollo, si no me falla la memoria, ha venido costando unos 600.000 euros (en crifras oficiales, ojo, habría que ver la realidad)? Teóricamente -nos dirá la parte contratante pagana de nuestro bolsillo- no hay ningún problema, puesto que esos jodidos Tablet PC «se podrán utilizar con los diferentes sistemas operativos con los que ya cuente cada centro educativo» (sic, en mi traducción de la última frase del segundo párrafo de la página 2 de la nota de prensa de la Presidencia de la Generalitat sobre el invento, PDF en catalán). Qué bonito y qué maravilloso. Que me cuenten entonces por qué se van a pagar las licencias Window$ con que van a venir armadostodos y cada uno de los Tablet, porque lo que nadie me va a hacer creer es que Micro$oft va a entregar (en alquiler, en venta, en herencia -no caerá esa breva- o hasta en censo enfitéutico y que me perdone O'Callaghan por la barbaridad) esos aparatos sin sistema operativo.

Total, una tomadura de pelo gigantesca. La administración pública de Catalunya regalándole pasta pública a Micro$oft a mano izquierda llena, mientras con la derecha firma los placet en la montonada de expedientes de regulación de empleo que tiene sobre la mesa.

No hay nada nuevo bajo el sol: pronto va a hacer cinco años -que se dice pronto ¿eh?- que advertí que toda la cagarela que se traía la administración tripartítica con el software libre era una perfecta tomadura de pelo, que ya pudo verse apenas transcurrido medio año tras el fausto Pacte del Tinell que nos iba a meter en la gloria tecnológica.

Pero tengo que volver -ya lo siento, de verdad- a la canción de siempre: todo es culpa nuestra y sólo culpa nuestra. Es que todo este ingente tinglado de burla cívica les sale gratis, porque en Catalunya la sociedad civil es absolutamente inoperante -supuesto y no probado que exista algo que pueda llamarse tal- en el ámbito que nos ocupa.

Catalunya, guste o no guste, por suerte o por desgracia, es muy especial; es muy impermeable, en la política local y concreta, a las influencias externas. La sociedad civil tecnológica española, por más que tenga miembros catalanes -no soy, en absoluto, el único, ni mucho menos- no penetra en Catalunya, no ha penetrado nunca y dudo que lo haga jamás, porque no es solamente una cuestión política, hay una entramado sociológico muy complicado y muy amplio en el que no es fácil entrar desde fuera. Sobre la proyección interna -propiamente catalana- de la política catalana sólo puede incidir la sociedad civil catalana. Dicho de otro modo: la Asociación de Internautas o Hispalinux, tienen sobre los órganos políticos de Catalunya una influencia muy, muy limitada, casi nula (en términos comparativos -absolutos, aún menos-, con la que tienen sobre los órganos políticos españoles), al menos en cuestiones estrictamente referentes a la política catalana, insisto; aquí hace falta una Associació d'Internautes o un Catalinux (vaya, «LinuxCat» sería más eufónico). Y no hay manera.

Ahora mismo -como cada vez que la izquierda catalana nos obsequia con una gracia como la que nos ocupa- la lista Admpub de Softcatalà echa fuego por todos sus colmillos (que tampoco son tantos), pero dentro de una semana, a lo sumo, habrá bajado la marea y volverá a recluirse en el silencio... hasta la próxima en que nos hagan otra; entonces volverá a haber gritos y alaridos por otra semana o diez días más y, a continuación, silencio en la noche, ya todo está en calma, el músculo duerme, la ambición descansa... Y así ad nauseam.

Hace cosa no sé si de dos o tres años, cuando en el entorno de esta lista empezaron a surgir lamentaciones en este mismo sentido, propuse la creación de un órgano asociativo, propio, de base individual (nada de federaciones de entidades que siempre acaban como ollas de grillos si es que no empiezan ya así) y con estructura jerárquica (base ancha, poca altura, todo lo que se quisiera, pero jerárquica), y el pueblo soberano respondió... que había que hacer un wiki. Y se hizo el wiki. Por ahí anda, muerto de risa.

Lo curioso es que no falta gente con capacidad de liderazgo, con carisma y con historial que puede perfectamente emprender la tarea, pero el problema no es de liderazgo sino de mentalidad, es problema de pura base. Lo he dicho muchas veces: se funciona con la mentalidad de agrupament escolta parroquial. Suena muy bien lo de pertenecer a un amplio movimiento pero mira, oye, a la hora de moverse, yo me muevo solamente con mis amiguetes y en mi barrio. Hay una especie de agorafobia asociativa, todo el mundo parece tenerle miedo a lo grande, todos parecen tener miedo de perder el control de su mundo, de su vida activista, si las cosas van siquiera un poco más allá de su estricto ámbito personal de relación. Es la mentalidad PYME llevada a la exageración. Más allá del alcance de mi mano no hay más que miedo, desconfianza, temor... Esa parece ser la única consigna efectiva. Bueno, hay más cosas, pero prefiero no ventilarlas aquí y ahora.

Obviamente, somos pasto de todas las manipulaciones por parte de los de arriba, y así seguirá siendo hasta que la mucha calidad técnica y activista que hay aquí se una de una puta vez y lo haga bajo parámetros estrictamente operativos: pasarle costosas y dolorosas facturas al poder, en una primera fase y, redondamente, pararle los pies en una segunda. Hay potencial suficiente como para que pueda aspirarse a eso y a más. Pero no se hará a base de wikis, eso seguro.

Catalunya triomfant, qui t'ha vist fotuda i trista..!


Javier Cuchí en «El Incordio»